Lavanda – Conocida por sus propiedades calmantes y relajantes. Cuando se incorpora en cremas hidratantes, la lavanda ayuda a reducir el estrés y promueve un estado de calma. Además, posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, lo que la convierte en un ingrediente beneficioso para pieles sensibles o propensas a la irritación.

Menta – Ofrece una sensación refrescante y estimulante. Al agregar menta en cremas hidratantes, se obtiene un efecto revigorizante y tonificante en la piel. La menta también tiene propiedades astringentes y antisépticas, que ayudan a limpiar los poros y combatir los brotes de acné. Su aroma fresco y vigorizante también puede proporcionar una sensación de alivio en caso de picazón o irritación cutánea.

Semillas de Toronja – Por sus propiedades antimicrobianas y antioxidantes ayuda a combatir bacterias y hongos, lo que contribuye a mantener una piel limpia y saludable. También pueden ayudar a equilibrar el exceso de grasa en la piel, lo que los convierte en un ingrediente beneficioso para personas con piel propensa al acné. Además, las semillas de toronja contienen antioxidantes que protegen la piel contra los radicales libres y el envejecimiento prematuro, dejando la piel con un aspecto más fresco y rejuvenecido.