Cómo amar la lectura

Aprender a leer es una cosa; pero aprender a amar y disfrutar los libros, es otra. Una se aprende en la escuela, la otra, se transmite de la misma manera que los conocimientos ancestrales: de generación en generación.

¿Pero cómo se empieza el hábito de la lectura si no tuviste la suerte de heredarlo? Como cualquier otro hábito: con interés, dedicación y con la guía de alguien que ya lo tenga.

Si tú quisieras correr un maratón, no podrías levantarte una mañana y salir a hacerlo. Lograrlo, implicaría un camino de constancia y esfuerzo. Empezarías con entrenamientos para principiantes, de ahí evolucionarías en la intensidad y complejidad según tus avances.
Tendrías un momento del día específico para dedicarte a ello. Sería importante contar con un coach que te enseñe las cosas que debes aprender, como: la respiración, la alimentación, vestimenta adecuada, técnicas, ejercicios complementarios, etc.

Lo mismo sucede con la lectura. No se pueden devorar libros de la noche a la mañana, ni pretender hacerlo solo en “tiempos muertos”. Sugiero empezar con destinar 10 minutos de lectura al día. Comienza con libros ligeros, entretenidos y digeribles, luego podrás aumentar el tiempo y la complejidad. Es un error común creer que para leer se requiere mucho tiempo libre. No es así, con 20 minutos al día es más que suficiente para considerarlo un buen hábito. Es importante que descubras tus gustos y explores diferentes estilos hasta encontrar lo que sea de tu interés.

Te dejo algunas recomendaciones para que puedas empezar:

Nunca es tarde para comenzar un nuevo hábito, afortunadamente la lectura es uno muy placentero y fácil de adquirir. Solo tienes que comenzar, y comprometerte con tu breve “entrenamiento” diario. Piensa que puedes ser tú quien transmita, a las siguientes generaciones, el amor por los libros.

-Renée Carvajal

IG: @escape_de_letras